(Zonotrichia capensis)
Quizás el más frecuente visitante de los patios. Pequeño e inquieto, siempre aparece. Muy confiado, recorre el suelo en busca de alimento y no duda en recoger migas que hayan quedado después de un almuerzo o merienda. Aunque pase desapercibido, muy probablemente también cría en el patio. Madrugador, suele ser el primero en hacer oír su canto, y también es común que su voz cierre el día, al atardecer.